Por qué gusta tanto Marruecos
Marruecos es uno de los países más variados de África, una maravilla que reúne, desiertos, altas montañas, costas sensacionales y hasta zocos en las medinas de las ciudades.
La primera vez que fui a Marruecos, no pensé ni por un momento que el país me gustaría tanto, los occidentales tenemos una imagen de Marruecos distorsionada, vivimos en la cultura del miedo, supongo que se debe al gran número de inmigración que cohabita con nosotros y la religión del islam, que pensamos en ella como herramienta del terrorismo y en realidad, eso no tiene cabida en ninguna de las religiones.
Pero…eso solo se descubre cuando viajas, cuando te mezclas con la marea de gente y creas tu propia imagen del lugar, es igual que leer un libro, cada uno de nosotros crea un supuesto personaje en nuestra mente, con una imagen, con una voz, que para muchos no será igual, pero…si vemos la película, todos compartimos la misma imagen.
Marruecos es un país que ofrece paisajes espectaculares con una cultura muy diferente a la nuestra, donde podemos descubrir nuevas sensaciones, saliendo de nuestra zona de confort y convirtiéndonos en protagonistas y espectadores en primera fila.
La mayoría de los clientes de Dromedario Volador, empiezan su ruta por Marruecos con una idea del país y de sus gentes, pero os aseguro amigos, que cuando finalizan el viaje, su visión sobre el país cambia radicalmente y mucho más de las personas.
¿Qué puedes encontrar en Marruecos?
Desierto y montañas
Desde las dunas del Sáhara de Merzouga hasta los picos del Alto Atlas, ofreciendo a los viajeros un gran abanico de posibilidades para hacer rutas por Marruecos. Acantilados, gargantas, costas escarpadas, cascadas y cuevas excavadas en las rocas, todo ello en caminos que os conducirán al pasado con la magia de África, un continente que atrapa y enamora a los auténticos viajeros.
Dormir en el desierto de Marruecos, se convierte en una fantasía hecha realidad, cruzando dunas con la caravana de dromedarios y contemplando anocheceres que no pasarán inadvertidos a nuestra mirada, quizás el desierto del Sáhara da la oportunidad para encontrarnos interiormente y hacer las paces con uno mismo.
O hacer el ascenso al Toubkal y culminar la cima, haciéndonos sentir en las nubes, arriba de todo, sin la necesidad de nada material, solo nosotros con nuestra libertad, uff…magnífico.
Medinas
Las medinas son la contraposición a la serenidad rural y al desierto…Unirse a la multitud por sus callejuelas serpenteantes en un frenesí disparatado, es sorprendente, es la tormenta después de la calma. La medina de Fez está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y desde luego, que merece una visita y ver los barrios de artesanos, que a pesar de los tiempos en que vivimos, siguen con tradiciones ancestrales, sensacional ver la curtiduría de Chouara.
Actividades en Marruecos
Marruecos da para muchas cosas, aunque algo esencial es sentarse a tomar el té, sin prisas, con la calma de los marroquís y conocer su hospitalidad, alojarse en un riad, ir en dromedario, relajarse en un hammam, o disfrutar del ambientillo de plazas como la de Jemaa el Fna, en Marrakech, con encantadores de serpientes, música, tatuadores…
¡Ya lo sabéis, disfrutar de rutas por Marruecos, conociendo de norte a sur el país!