N’Kob, de rutas por Marruecos
Quien tenga la suerte de hacer rutas por Marruecos, puede tener la oportunidad de conocer uno de los lugares mejor guardados de este país, el oasis de N’Kob (Nekob) con sus 44 Kasbahs de adobe.
N’kob (Nekob) pertenece a la provincia de Zagora, se encuentra a 140 kilómetros de Ouarzazate, por lo que para llegar a N’Kob, habrá que recorrer el puerto de montaña de Aït Saoun, característico por su aspecto lunar y sin duda, poseedor de unas magníficas vistas, que, siguiendo la carretera, nos conducirá hasta la montaña de Jbel Saghro, en Agdz, cuyo lugar es antesala de magníficos palmerales, un “aperitivo” de todos los lugares únicos e inolvidables, que nos están esperando al hacer nuestras rutas por Marruecos.
En N’Kob se habla el tamazigh (bereber) con el dialecto característico de esta zona, que es el shilha.
N’Kob no es una población muy grande, su economía depende principalmente de la agricultura, el turismo y el comercio. El pueblo en sí no parece nada del otro mundo, pero sus alrededores son verdaderamente bonitos. El domingo se celebra el mercado semanal, un mercado al aire libre, donde podréis comprar productos locales bereberes. Tengo que deciros, que este mercado, compré una vez las mejores aceitunas negras, que he probado jamás en mi vida.
Nadie puede imaginar que en esta población se encontraban una de las tribus guerreras más conocidas de Marruecos, por lo que, si paseáis por el pueblo, quizás os estéis cruzando con descendientes de la tribus guerreras Aït Atta, solo hace falta caminar un rato y mezclarse con la población, para percibir en el ambiente, una cultura que arrastra muchísimas tradiciones. A un lado, humildes negocios podréis encontrar, desde zapateros que fabrican sandalias con suela de neumáticos y pelo de cabra, hasta un pequeño taller que repara las viejas cazuelas o teteras.
Cuando llegas a N’Kob de tus rutas por Marruecos, el viajero descubre las 44 kasbahs que se asoman con esplendor entre los palmerales. Todas ellas, fueron levantadas a principios del siglo XX por las familias de las tribus guerreras AÏt Atta, alguna de estas bonitas kasbahs se desmoronan como terrones de azúcar, pero otras, pocas hay que decir, sobreviven al haber sido rehabilitadas para convertirse en hoteles.
Una de estas Kasbahs que han sido rehabilitadas en alojamientos, es la Kasbah Baha Baha, un bonito alojamiento con estilo bereber, donde poder descansar y ser refugio de tranquilidad, con zona de jardín y piscina para poder refrescarse en verano, o chimenea para poder calentarse en invierno, depende de la época en que viajes, pero sin duda, un bonito lugar para desconectarse y vivir al ritmo marroquí.
A pesar de todas las comodidades que podáis encontrar, debéis tener presente, que la conexión de wifi no siempre funciona en esta zona, aprovechar esos momentos para disfrutar de esa desconexión obligatoria y disfrutar de este magnífico lugar de Marruecos, como es N’Kob, ideal para perderse entre oasis de palmerales y kasbahs milenarias de adobe.