El barrio judío de Fez “Mellah” y el cementerio de Fez
Allá donde vayamos a hacer rutas por Marruecos, siempre habrá un trocito de tierra donde los judíos estuvieron asentados, y visitar la ciudad Imperial de Fez, nos da un claro testimonio de su existencia, como de su historia.
El barrio judío de Fez “Mellah” deja entrever la importancia de la comunidad hebrea en Marruecos.
Cuando empezamos a documentarnos del barrio judío de Fez, aparece continuamente el nombre de “Mellah”, que es el nombre al cual se le designa el barrio judío de Fez.
La palabra Mellah, hace referencia a la sal, por lo que, si intentáramos poner nombre en castellano, podríamos llamarlo “Saladero” o “Barrio salado”, en árabe melh es sal.
Se cree que el nombre de Mellah, les llegó por el alto precio que tuvieron que pagar los judíos para instalarse cerca del Palacio de Real bajo la protección del sultán. Hay una leyenda que relata que las autoridades locales, para evitar la furia del pueblo musulmán contra los judíos, salaron el suelo para que este no fuera fértil y así, solo sirviera para dar cobijo a los judíos, una sociedad que tradicionalmente estaba marginada en Marruecos.
A principios del siglo XX en el barrio judío de Fez “Mellah” vivían muchas familias judías, siempre, eso sí, bajo la protección del sultán, aislados de la población musulmana por grandes muros y puertas, que separaban a la ciudad.
El barrio judío de Fez destaca por la arquitectura de las viviendas, ya que, las casas presentan galerías y balcones, dando un toque alegre y soleado a sus hogares, al contrario que las viviendas de la medina de Fez.
Los judíos controlaron gran parte del comercio, pero…debió de serles muy difícil de soportar las grandes desigualdades sociales que existían entre ambas culturas, la hebrea y la musulmana. Finalmente, la mayoría de los hebreos que residían en Fez, emigraron a otras tierras cómo la de Israel, o a los Estados Unidos de América y Canadá.
En Fez, hoy en día, ya quedan muy pocas familias de origen judío.
El cementerio judío de Fez
El cementerio judío de Fez, o como lo llaman los hebreos, “la casa de la vida” se encuentra en una colina que se aprecia y se reconoce a lo lejos, sus tumbas blancas adornan la ladera, donde descansan y adormecen los cuerpos y almas sin vida de gran parte de la Mellah.
El cementerio judío de Fez es motivo de peregrinación para muchos judíos sefarditas y también para muchos marroquíes, todos ellos quieren honrar la tumba donde descansa Suleika Hachuel.
Es costumbre por los judíos cuando hacen rutas por Marruecos con Dromedario Volador, visitar los cementerios, lo hacen para preguntar a los sabios, desean emparentarse con los muertos, para que estos pidan por ellos misericordia.
También rezan en la tumba de grandes personas, en Fez, donde descansa Suleika Hachuel, para que intercedan por ellos ante el Todopoderoso.
La historia de la mártir Suleika Hachuel
Suleika nació en Tánger, en 1817. Era una joven chica de 17 años, de extraordinaria belleza, y dos de sus primos la pretendían para casarse con ella, pero ella, no estaba interesada en ninguno de ellos.
Su mejor amiga era musulmana, se llamaba Tahra de Mesoodi, y quería que Suleika se convirtiera al islam para esquivar la presión familiar, pero para Suleika esa opción no era viable, ya que era una devota judía. Tomó la decisión de alejarse de su amiga, pero Tahra, por su cuenta, transmitió falsamente al líder musulmán que Suleika se había convertido al islam.
Ella lo desmintió. Ahora se le acusaba de haberse convertido al islam y después, haber vuelto al judaísmo, la cual cosa era una conducta detestable para los musulmanes.
Fue acusada de profanar el nombre de Allah y encerrada en prisión. Los esfuerzos de sus padres por salvarla fueron inútiles, finalmente fue decapitada en Fez.
La comunidad judía logró recobrar el cuerpo, porqué, aunque estando mutilada, los judíos creen en la resurrección física. La enterraron envuelta en de tela de lino y fue enterrada en el cementerio de Fez, con los pies orientados a Jerusalén, para que cuando su alma despertara, supiera que camino tomar.