Casarse en el sur de Marruecos
Siempre que presencio una boda cuando estoy de ruta por Marruecos, me quedo sin palabras, me sobrecojo al ver a las novias y ver sus costumbres tan arcaicas.
Bodas amañadas por las familias, con el consentimiento de los novios por ambas partes, pero…con muy poco amor, en Marruecos dicen que el amor en un matrimonio llega más tarde y yo me pregunto…llega el amor? Ya es difícil cuando te casas con amor no separarse que…casarse sin amor…lo veo… vamos! Que uno tiene muchos números para separarse o vivir en un matrimonio sin pasión ni felicidad.
Que es lo que quiere una mujer en el Sur de Marruecos? Quiere un marido para que la sustente y le dé hijos.
Hoy disculpadme, pero hablo como mujer europea y con una mentalidad muy distinta a la que se respira en el sur de Marruecos, mi marido, nómada y original de esta zona, siempre me insiste en qué son costumbres y que allá es bien aceptado, pero… reconozco que yo soy muy intolerante con este tema, no me entra en la cabeza, y lo mejor de todo es que no quiero que me entre.
Creo sinceramente, que muchas de esas mujeres y hombres echan a perder su vida, tan solo por el mero hecho de hacer feliz a sus familias, normalmente son las madres las que mandan en casa y machacan durante largos períodos insistiendo a sus hijos en que tienen que buscar una mujer para casarse. Conozco muchos hombres que dejan de ir a su casa, ausentándose largas temporadas, tan solo por ese motivo, porqué están hartos, asqueados, de que su familia les insista y les machaque con el tema de casarse.
Es verdad, que algún matrimonio de los que se realiza de esta manera, funciona, pero es una minoría muy insignificante.
Pero es que a las mujeres… les da igual…casarse con uno que con otro. En el sur de Marruecos es costumbre, que la familia del novio, vaya a pedir la mano de la chica que han escogido para que se case con su hijo, llevan regalos, como azúcar, dulces, frutas, y pasan un rato con la familia de la novia.
He visto con mis propios ojos, como una familia pedía la mano de una chica y yo le preguntaba a la mujer:
-Contenta? Estás feliz de que haya pedido tu mano?
- Sí, sí, muy contenta!
Al final, fui a la boda de esta mujer, pero…sorpresa! No era el novio que había pedido la mano anteriormente, era otro. Y yo que soy polvorilla, volví a hacerle las mismas preguntas que le había hecho tiempo atrás y…ella me respondió exactamente igual.
Sinceramente, eso no es amor! Es conformarse con las migajas de la vida y esperar a que la ruleta de suerte te haya concedido un marido que te quiera, te desee y que te vea como la mejor mujer del mundo. Por supuesto, que un hombre con dinero tendrá muchas más oportunidades de escoger mujer, ya que el dinero es uno de los puntos más importantes en las familias marroquís.
Y cuando he visto casarse a estas mujeres, pienso…que lástima, pobrecillas! Pero…no! Ellas no son infelices, las han educado para aguantar eso y es lo único que conocen, ya que así lo hicieron sus madres, sus abuelas y todas las generaciones posteriores.
Una pena a nuestros ojos, pero no a los suyos.
Así es el sur de Marruecos!