Viajar mujeres solas por Marruecos
De Casablanca a Merzouga (el desierto).
Ha sido una aventura inolvidable, un viaje que nos ha dado la oportunidad de conocer la zona de Ifrane y Azro, donde hemos visto magníficos paisajes, salpicados con enormes cedros y tropezándonos con monos que paseaban tranquilamente por la carretera.
Mucha gente, hacía paradas para darles de comer, pero a ninguna de nosotras nos entusiasmaba la idea y decidimos verlos desde lo lejos. Kilómetros y Kilómetros de color verde, hicieron de nuestro viaje, un lienzo en blanco que poco a poco iba añadiendo notas de color y formas, llegando a convertirse en una magnífica pintura.
Paramos en Zeïda, una pequeña población donde cualquier sitio es bueno para que te preparen carne asada y comimos de maravilla, en una terraza sombreada, acompañadas de familias y bajo las atentas miradas de los curiosos, pero sin dar lugar a ningún contratiempo.
Reemprendimos nuestro camino hacia la ciudad de Merzouga y llegábamos cerca de las 7h de la tarde, el sol avisaba de los últimos rayos de luz, pero... nosotras, atrevidas, decidimos entrar en el desierto, conduciendo poco a poco, para no estropear el coche, ir con un utilitario por una pista es un poco "heavi", ya que aunque vayas lento, te arriesgas a quedarte atrapado y a nosotras nos pasó. El coche se quedó atascado al atravesar un río seco, pero enseguida tuvimos ayuda y conseguimos sacar el coche empujado por adultos y niños que sonreían.
Llegamos felices a nuestro destino!
Ha sido un buen viaje y aún mejor, una bonita experiéncia!