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La película Hitte Harara, historia de un viaje a Marruecos
Última actualización: 10-07-2017
Lo que en mi opinión mas llama la atención de Hitte Harara, que en esencia narra una ruta por Marruecos, es la fórmula con la que combina una visión de los paisajes y escenas del país, con el guion basado en un caso real que aconteció hace algunos años. Por un lado se trata de un film ligero, brillante, que nos muestra los contrastes de un Marruecos actual, y por otro, hacia la mitad de la película, se transforma en un relato más sombrío y desagradable.La película comienza siendo un road-movie que cuenta cómo dos chicas holandesas viajan en coche desde Amsterdam hasta Casablanca con la intención de comprar objetos de decoración para su nuevo negocio. Una de ellas no comprende en absoluto la lengua, la cultura o las tradiciones de Marruecos, mientras que la otra, de ascendencia marroquí, tiene familia en Casablanca y habla árabe.
Impresiona en primer lugar su llegada a Tánger, cuando en la furgoneta se bajan del ferry y son "acosadas" por una decena de agentes que se pelean por ayudarlas a arreglar la entrada al país. Esto refleja muy bien la realidad de Marruecos: quien no esté acostumbrado al caos de la frontera marroquí se sentirán profundamente amenazado por él, hasta que comprendan que esta situación aquí es perfectamente normal.
Durante la ruta desde Tánger a Casablanca, las muchachas deciden tomarse una pausa en un café de la playa. Al igual que sabemos que Caperucita se encontraba con el lobo al apartarse del camino marcado, el espectador sabe ya en este momento que sucederá algo imprevisto, profundamente negativo, un giro de acontecimientos que transformará la esencia del viaje a Marruecos de las dos jóvenes, aunque a estas alturas aún no podemos saber de qué se trata.
De forma premeditada, pero aparentemente casual, dos chicos marroquís entran en contacto con ellas, y por una serie de circunstancias en las que se incluye un accidente de tráfico, uno de ellos acaba confesándoles lo que será el nudo de la película: él es homosexual, y tiene un novio en los Países Bajos, pero por desgracia se le expulsó de vuelta a Marruecos por no estar en posesión de papeles legales. Su petición es muy simple: desea que las dos chicas le pasen la frontera marroquí escondido en su furgoneta, para llevarle luego a Holanda junto a su novio.
A partir de aquí, la orientación de la película da un giro: las protagonistas ya no son dos jóvenes despreocupadas en una emocionante ruta por Marruecos, sino que se enfrentan a la responsabilidad de una decisión que podría cambiar sus vidas. Su mayor temor es terminar recluídas en una cárcel marroquí, pero la sensibilidad y la dulzura de Miloud, el joven marroquí, contrasta con el sórdido ambiente en el que vive. Finalmente, las dos amigas deciden ayudarle y Miloud cruza la frontera de Tánger escondido en un cajón de azulejos en su furgoneta.
Desgraciadamente, a causa del calor y la falta de ventilación en su reducido escondite, Miloud muere mientras el ferry cruza el estrecho. Ya en España, las dos amigas toman una decisión que cambiará sus vidas y la profunda amistad que las une.
Como ya he mencionado, todo el guión está basado en una historia real ocurrida hace unos años en Holanda. Por desgracia, este tipo de situaciones es bastante común, aunque afortunadamente no tan común es un desenlace fatal como narrado en la película.
Realmente Hitte Harara es un film que no te dejará indiferente, tanto por esa mirada que nos invita a echar dentro de la sociedad marroquí y sus contrastes, como por la sordidez de la historia que desarolla su argumento. Sin duda, una ruta por Marruecos, sus rincones y costumbres sin salir del salón de tu casa. El único inconveniente es que no existe versión doblada al español: únicamente podemos optar a verla en versión original en holandés/árabe con subtítulos en inglés.