Alojarse en Marruecos: Riads, Dars, y Kasbah
La mayoría de los viajeros que vayan a hacer rutas por Marruecos, no pueden perder la posibilidad de alojarse en una casa tradicional convertida en uno de los atractivos del viaje, Riads, Dars y Kasbahs.
Estos alojamientos suelen ser de un precio medio a alto, y en referente a estas categorías se creó la etiqueta de “hotel-boutique”. Podéis encontrar gran diversidad entre ellos, pero suelen tener un denominador común entre ellos. El servicio suele ser atento y muchos de ellos, son conocidos por la comida que ofrecen en sus restaurantes.
Fez y Marrakech, son las ciudades que cuentan con más Riads y Dars, por lo que escogerlo a veces, suele ser complicado, ya que no tan solo os tenéis que fijar en el alojamiento, sino que es de suma importancia su ubicación, existen Riads por la medina que es difícil llegar, así como orientarse desde su ubicación. La medina es como un gran laberinto, y es muy fácil perderse.
Aunque el nombre de Riad se usa de manera genérica, tenéis que saber, que un Riad es una casa construida alrededor de un jardín con árboles y los Dars son casas tradicionales con patios interiores. Si vas a hacer rutas por Marruecos, no puedes perderte la ocasión de hospedarte en alguno de estos oasis dentro de la medina.
Si eres un poco “miedoso” o no quieres recorrer callejuelas, que se tuercen y retuercen a cada esquina, lo mejor es que te alojes en algún Hotel, suelen estar ubicados fuera de las medinas, a veces un poco apartados del centro de la ciudad, pero puedes llegar fácilmente a ellos con taxi.
Si sales de Marrakech o de Fez, y comienzas la aventura de hacer rutas por Marruecos, te dirigirás hacia el sur del país, ahí se encuentran las Kasbahs, o sea, las alcazabas. Pasar la noche en una Kasbah, es algo diferente, sus paredes enormes de barro dan paso a pequeñas habitaciones oscuras, donde el fresco, sobre todo en verano, se agradece.
Para el que no sepa que es una Kasbah, lo voy a explicar. Una Kasbah era un recinto fortificado, cuya función antiguamente, era servir de residencia al gobernador, formando un pequeño pueblo en su interior, ya que tenían viviendas y servicios. Su función era la de defender un lugar determinado y sus alrededores, residiendo en su interior un pequeño barrio militar. En caso de asedio, las poblaciones de los alrededores buscaban refugio tras las murallas de las Kasbahs.
Hoy en día, muchas kasbahs del sur de Marruecos, están en ruinas, pero unas cuantas han logrado sobrevivir, las cuales las han convertido en alojamientos.
¿Tienes ganas de hacer rutas por Marruecos? Anímate y ven a conocer este maravilloso país, donde una noche, se convierte en un sueño y Dromedario Volador te acompañará en este gran viaje.