Marruecos tiene una imagen que engaña
Vivimos en una época, en que la imagen tiene un papel muy importante, y muchas personas caemos en la tentación de creernos aquello que no es cierto, pero eso, nos hace sentirnos mucho mejor, y Marruecos desde mi humilde punto de vista, es así.
Quien haga rutas por Marruecos unos cuantos días, está claro que no se va a dar cuenta de cuan diferente es Marruecos, a lo que en realidad es. Marruecos tiene una imagen que engaña, con una falsa apariencia.
En Marruecos lo único que se hecha de menos es la libertad, pero por el resto, como en todas partes del mundo, puedes encontrar de todo, bueno y malo. A pesar de ser un país musulmán, Marruecos tiene una imagen que engaña, es mentirosa de nacimiento, pues ya lo dice el refrán, que el hábito no hace al monje.
La mayoría de lo que puedas ver en Marruecos, tiene una falsa imagen, nada es lo que parece, y eso, solo se descubre profundizando en la cultura, y conociendo a sus gentes.
Esos pequeños detalles que pasan inadvertidos cuando por primera vez hacemos rutas por Marruecos, se convierten en grandes “silencios” cuando convives con la sociedad marroquí.
¿Qué ocurre en Marruecos? En Marruecos hay una falta de libertad brutal y eso a llevado al país, a convertirse en una gran mentirosa, una mentirosa fiel a su religión, pero con muchas lagunas insalvables.
Temas como la prostitución, el adulterio, el alcohol…son parte de ese mundo escondido, pero que late con gran fuerza entre la población.
En Marruecos, al ser un país musulmán se prohíbe beber alcohol, aunque una gran parte de la población consume alcohol. Y yo... siempre me hago la misma pregunta… ¿Porque venden alcohol? En la mayoría de locales dicen que tienen alcohol para venderlo a los extranjeros, pero eso, es mentira, a los extranjeros no les pasaría nada si durante una semana no pudieran beber alcohol, acatarían las normas de un país musulmán, pero no, no, el estado se llena las arcas recaudando todo ese dinero y pone la excusa del turismo, así que se vende y se consume alcohol, pero eso sí, está mal visto y perseguido por la policía.
La prostitución es otro tema que Marruecos arrastra consigo, ciudades como Marrakech, Agadir, están plagadas de mujeres de la vida y eso… ¿A qué se debe? Como en todas partes existen por diferentes motivos, pero en Marruecos se debe fundamentalmente, volvemos a lo mismo, a la falta de libertad, no pueden tener relaciones libres y eso conlleva a una alta tasa de prostitución.
El adulterio es muy frecuente en Marruecos, muchos matrimonios son concertados y claro está se casan sin amor, lo que conlleva a adulterios y muchísimos divorcios.
Las mujeres están en un segundo plano, siempre se habla de que las mujeres en Marruecos mandan en su casa, pero sinceramente, yo no lo creo, viven supeditadas a las ordenes de sus maridos, pues son ellos los que trabajan y ellos los que traen el dinero a casa, por lo tanto, la última palabra la tienen siempre los hombres. Es muy bonito, y queda muy bien decir que las mujeres son las que “cortan el bacalao” pero…¿ Quién se lo come? Jajaja, se lo come siempre el hombre.
De todas formas, en el sur de Marruecos, las mujeres vienen educadas desde un principio con el fin de ser casadas, nada de estudiar para conseguir un trabajo que las haga independientes, no, no, su objetivo es conseguir marido, y a ser posible, con cuanto más dinero, mejor.
Al principio de mis rutas por Marruecos, sentía mucha lástima por estas mujeres, pero a medida que he ido conociendo la cultura, esa lástima se ha ido transformando, desvaneciendo, y la verdad es, que ahora no queda ni rastro de ella, pues ellas, (hablo de las mujeres del sur) no luchan por cambiar las cosas, no pelean por combatir esas costumbres tan obsoletas, simplemente se conforman, y aceptan con resignación la vida que les ha tocado.
Marruecos, tan bonito y tan diferente, un país con muchas tradiciones, que a medida que van pasando los años, se van volviendo contradictorias a sus principios, creando una imagen engañosa.