Casarse una española con un marroquí
Quien empieza una relación con un marroquí, tiene que saber que no va a ser un camino fácil, se va a encontrar con muchos obstáculos, ya sea por la diferencia de cultura, por los prejuicios sociales y por el papeleo legal que tendréis por delante, será digno de enmarcar y de olvidar, os lo puedo asegurar.
Lo que relato, es nuestra percepción, lo que nosotros vivimos en ese momento. Quizás no todas las parejas lo vivan de la misma manera, pero vamos, todas las que conozco lo han vivido por un igual.
Casarse una española con un marroquí, es para la mayoría de la sociedad europea, casarse con alguien “de segundas”, podría ser inglés, holandés, italiano, francés, que no pasaría nada, al contrario sería súper guay, hay que ser multicultural, pero…cuando dices que es marroquí, ves los rostros de tus interlocutores como se van transformando en una mueca de disconformidad, pero si tu eres inteligente, y sobre todo, crees en tu pareja, vas a echarte todos los comentarios y muecas indignas sobre tus espaldas y vas a tirar hacia adelante o mejor dicho, vas a hacer lo que te dé la gana y vas a vivir tu vida como tú quieres, y no, como los demás quieren.
Pero…está la otra parte también, la de las familias marroquís. Cuando se enteran de que su hijo se ha enamorado de una extranjera, no os penséis que saltan de felicidad, porque eso no ocurre para nada, sabed que para las familias marroquís, lo ideal es casar a su hijo, con alguna chica cuya familia conozcan bien, no importa que sea su prima hermana, (conozco muchísimos matrimonios así) quieren que sea trabajadora, porque una vez casados vivirán con los padres y hermanos del novio. El principal motivo de casar al hijo es tener dos manos más que ayuden en casa e hijos, nada de buscar el amor, el amor si ha de llegar, llegará y si no…pues nada, sin amor, como muchos matrimonios marroquís.
Y las familias marroquís cuando ven una extranjera, piensan…No sabe el idioma! Se va a llevar a nuestro chico al extranjero!No es musulmana! Sus costumbres no son las nuestras! Y en todo ello, tienen razón, pero con voluntad, cariño y tesón, se logra el equilibrio para que todo el mundo sea feliz.
Así pues, ninguno de los dos lo tiene nada fácil, os lo puedo asegurar. La religión será un impedimento, dependiendo de la importancia que estos le den, en nuestro caso, no hubo ningún problema.
Después de que ambas familias acepten la relación, viene algo muy, muy pesado y desde mi punto de vista, hasta vergonzoso, hay que empezar con el papeleo legal para poder casarse.
Yo, como española que soy, antes de conocer a mi marido, no me percataba de las fronteras, iba allá donde quería y sin ningún tipo de barreras, pero… ay amigos…Cuan diferente es el mundo.
Casarse una española con un marroquí, requiere hacer muchos trámites oficiales, entrevistas personalizadas con funcionarios, en Juzgados y Consulados, a los cuales deberás hablar de tu pareja y demostrar que es cierto, lo que dices de tu relación conyugal, te sentirás juzgado y vapuleado por preguntas un tanto estúpidas.
Por ejemplo, a mi marido en el Consulado de España en Casablanca le dijeron: - Y no hay mujeres en Marruecos, que tienes que buscarte una española?
Está claro que existen estos filtros para evitar matrimonios que lo único que buscan es conseguir los papeles para saltar a Europa, y por norma, nos ponen a todos en el mismo saco.
Animo a todas aquellas parejas que su amor sea verdadero, a que no desfallezcan en el intento, tan solo se trata de una carrera de obstáculos en la cual requiere resistencia.